La reciente victoria de Donald Trump en las primarias republicanas de Carolina del Sur ha intensificado las discusiones sobre las posibles consecuencias económicas y globales de su retorno a la presidencia de Estados Unidos. Expertos financieros, como Orla Garvey de Federated Hermes Limited, evalúan las implicaciones de un segundo mandato de Trump, especialmente en lo que respecta a la renta fija, la política comercial, y las relaciones internacionales.
Garvey sugiere que, aunque el entorno macroeconómico continuará siendo el principal motor de la renta fija, las elecciones podrían inyectar volatilidad en los mercados. Bajo una administración Trump que siga la misma línea de su primer mandato, se anticipan aumentos en los aranceles dirigidos a China y Europa, recortes de impuestos, y una mayor expansión fiscal. Este escenario se intensificaría si el Partido Republicano lograse controlar tanto la Cámara de Representantes como el Senado, lo que podría traducirse en un incremento del gasto fiscal.
Tal expansión fiscal en un contexto de grandes déficits podría llevar a los inversores a demandar mayores primas a largo plazo para financiar la deuda estadounidense, resultando en curvas de rendimiento más pronunciadas. Garvey también destaca la tensión entre Trump y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, sugiriendo que un cambio hacia una dirección más «dovish» en la Fed podría alterar las expectativas de inflación, las cuales han permanecido estables hasta ahora.
A nivel global, una presidencia de Trump repercutiría significativamente, especialmente en un entorno geopolítico ya volátil. Las posturas de Trump sobre la OTAN y su enfoque en el gasto fiscal podrían llevar a una mayor carga para los presupuestos de los países europeos, potencialmente desencadenando reformas en las normas fiscales y aumentando la necesidad de primas más altas en los mercados de deuda pública.
En resumen, la victoria de Trump en Carolina del Sur no solo aviva el debate político en Estados Unidos sino que también plantea interrogantes sobre la dirección futura de la política económica estadounidense y sus efectos en el escenario global. Los inversores y los responsables políticos deberán estar atentos a las señales que indiquen cómo podría evolucionar esta situación en los próximos meses, especialmente de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Fuente: investing.com