Steve Fox, experto en análisis de clientes de Capital Group, ha señalado que el índice S&P 500 ha sido sostenido principalmente por siete empresas en el transcurso de este año. Estas corporaciones incluyen a titanes de la tecnología y la industria automotriz: Apple, Meta, Microsoft, NVIDIA, Amazon, Alphabet y Tesla.
Si bien las elevadas valoraciones de estas compañías han sido motivo de inquietud para muchos inversores, la proporción entre el precio y beneficio de las 20 empresas líderes del índice S&P 500 actualmente se encuentra aproximadamente un 42% por encima del mercado total. Aunque este porcentaje no es el más alto registrado en la historia reciente, es innegablemente significativo.
A finales de junio, la ponderación de Apple y Microsoft en el índice fue del 7,7% y 6,8%, respectivamente. Esto es notablemente superior al de Alphabet, la tercera empresa más grande, que cuenta con una ponderación del 3,6%. Fox recalca que la cotización de estas empresas en alza puede propiciar el incremento de su capitalización de mercado. Esta situación resulta en ajustes en los índices que, a su vez, promueven la inyección de capital en estas compañías. Esta dinámica se ve potenciada por inversores que, al confiar en fondos pasivos, efectúan aportes regulares en función de sus planes de contribución determinada, manteniendo este ciclo en movimiento.
Este escenario ha llevado a una concentración de mercado que no se había observado en cuatro décadas. Tal es el caso que, en julio pasado, el índice Nasdaq 100 fue objeto de un «reequilibrio especial», un proceso que ha tenido lugar solamente tres veces en su historia. Esta acción tuvo como objetivo manejar la extrema concentración de su composición y garantizar que cumpliera con los reglamentos de diversificación de fondos de la Comisión del Mercado de Valores de EE. UU. Además, para adherirse a dicha normativa, se ha limitado que ciertos grandes fondos de inversión estadounidenses inviertan en estas corporaciones.
Fox hace hincapié en que no es necesario ser un experto para notar las similitudes entre estas siete firmas. Todas se ven influenciadas, de una u otra forma, por tendencias de largo alcance, como la inteligencia artificial, la realidad virtual y aumentada, y vehículos autónomos. Las 20 empresas predominantes del índice S&P 500 pertenecen esencialmente a dos sectores: comunicaciones y tecnología de la información. A diferencia de estos, sectores como materiales, suministros públicos y bienes raíces están absolutamente ausentes.
En definitiva, aunque estas siete empresas tienen actividades distintivas, una gran parte de su potencial de rentabilidad se encuentra ligado a factores de riesgo similares. Al comparar los riesgos asociados a las principales empresas con el índice S&P 500 en su conjunto, resulta evidente que las primeras están menos diversificadas y se centran en sectores específicos. Así, las ventajas de diversificación al invertir en estas empresas, de manera individual o a través de una estrategia pasiva, se ven significativamente reducidas.
Fuente: investing