El reconocido banco de inversión danés, Saxo Bank, ha ajustado sus previsiones económicas para Estados Unidos, pronosticando una fase de estanflación que comenzaría en el último trimestre de 2023 y tendría su mayor impacto en la primera mitad del 2024.
Acorde con estos nuevos pronósticos, los estrategas del banco consideran que existe un tercio de posibilidades de que tanto la Reserva Federal (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE) reduzcan sus tipos de interés antes de concluir el presente año. Adicionalmente, ven una alta probabilidad, dos tercios, de que dicho recorte ocurra en el primer o segundo trimestre del 2024.
Estas expectativas se basan en el comportamiento de los mercados emergentes, que históricamente han liderado los ciclos económicos y monetarios, y que ya han iniciado con reducciones en sus tipos de interés. Sin embargo, lo preocupante para Estados Unidos son los altos costes de financiación, evidenciados con eventos como la reciente rebaja del rating del país por Fitch, y un incremento notorio en el coste de consumo.
Steen Jakobsen, director de inversiones de Saxo Bank, anticipa dificultades para las empresas en términos de beneficios en los próximos trimestres, ya que, si bien los ingresos brutos disminuirán, los costos de insumos, en especial salarios y energía, seguirán siendo elevados. El banco, que hasta principios de 2022 mantenía una postura de «no recesión», ahora observa varios factores económicos deteriorándose a un ritmo alarmante.
El actual panorama económico está siendo moldeado por la Teoría Monetaria Moderna (MMT), que sugiere que la deuda por sí misma no representa un riesgo económico. Pero esto implica mantener tipos reales negativos, algo que se está volviendo insostenible. A inicios de agosto, el mercado enfrentó una «indigestión de deuda», y con la intensificación de la emisión de bonos a corto plazo por parte del Tesoro de EE.UU., los tipos reales han ascendido a máximos históricos.
Otro factor preocupante es la creciente deuda de EE.UU., que asciende a 32 billones de dólares sin contar programas como Seguridad Social, Medicare y Medicaid. La deuda representa un consumo futuro movido al presente, y con un incremento de deuda de 5,000 millones de dólares diarios y un pago de intereses de un billón de dólares anuales, la economía estadounidense es vulnerable a la financiación extranjera.
De manera actual, EE.UU. opera bajo una política que podría describirse como control de la curva de tipos (YCC). La Reserva Federal no tiene intenciones de modificar significativamente los tipos de interés, ni al alza por razones políticas y económicas, ni a la baja por las dinámicas del mercado laboral. Esta situación ha llevado a un estancamiento en el que los tipos de interés se mantienen en niveles cercanos a su punto máximo.
En conclusión, desde Saxo Bank consideran que el modelo económico actual ha llegado a su límite. La futura estanflación representará un desafío, pero también una oportunidad para reenfocar la economía en desafíos reales y soluciones sostenibles a largo plazo.
Fuente: investing