Las acciones chinas han alcanzado mínimos de casi cinco años, y el yuan continúa su declive frente a la rebaja de la perspectiva crediticia de China por Moody’s. Esta situación surge en un momento en que la recuperación económica de la segunda mayor economía del mundo muestra signos de debilidad. La advertencia de Moody’s, emitida el martes, refleja las preocupaciones sobre los costes de rescate que enfrentan los gobiernos locales y las empresas estatales chinas, así como los desafíos que plantea la crisis inmobiliaria del país.
Tras la apertura a la baja, los mercados chinos se recuperaron ligeramente. A pesar de esto, el CSI300, que es un índice de referencia en China, ha caído aproximadamente un 12% este año y está en camino de ser uno de los peores rendimientos de la región. El Hang Seng de Hong Kong, por otro lado, mostró una ligera mejora, impulsado principalmente por las acciones tecnológicas.
Esta volatilidad en los mercados chinos no es nueva. A lo largo del año, han enfrentado turbulencias debido a problemas geopolíticos, especialmente las tensiones continuas con Estados Unidos en temas de tecnología y comercio. Además, la recuperación económica de China ha sido inestable, exacerbada por una crisis inmobiliaria cada vez más grave.
Pang Xichun, director de análisis de Nanjing RiskHunt Investment Management Co, sugiere que el índice CSI300 podría tocar fondo y empezar a recuperarse pronto, a pesar del impacto de la rebaja de Moody’s. Sin embargo, la entrada de capital extranjero en los mercados chinos a través de la conexión comercial norte ha sido positiva, después de varias sesiones de flujos de salida.
La decisión de Moody’s de rebajar su perspectiva sobre la deuda china ha sido un golpe para los inversores en renta variable china. La recuperación económica de China ha perdido impulso rápidamente después de un inicio prometedor a principios de año, afectada por una serie de desafíos, incluyendo el mercado inmobiliario en crisis, la deuda de los gobiernos locales y el lento crecimiento económico global.
Aunque el coste de asegurar la deuda soberana china contra un impago aumentó tras la decisión de Moody’s, el rendimiento de la deuda pública china a 10 años se mantuvo relativamente estable. Tai Hui, jefe de estrategia de mercado de APAC en J.P. Morgan Asset Management, señaló que el impacto real de la inversión es limitado, ya que la propiedad extranjera de la deuda pública china es baja.
Los inversores ahora están cambiando su enfoque hacia la próxima reunión del Politburó y la Conferencia Anual de Trabajo Económico Central, donde se debatirán los planes políticos y las perspectivas de la economía china. Sin políticas macroeconómicas decisivas y efectivas, la confianza del mercado podría seguir siendo frágil, y la decisión de Moody’s podría agravar esta situación, según los analistas de Citi.
Fuente: investing.com