Los mercados bursátiles de Estados Unidos se encaminan hacia una disminución a medida que septiembre culmina, a pesar de una sesión alentadora en Wall Street el pasado jueves.
Al aproximarse el fin del último trimestre, el enfoque se centra en el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal y en las preocupaciones acerca de un posible cierre gubernamental durante el fin de semana debido a disputas presupuestarias en Washington.
Aunque las expectativas apuntan a una apertura bursátil en ascenso para el viernes, las acciones parecen terminar el mes en una nota baja. El Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq muestran aumentos este viernes, pero los índices más grandes, como el Nasdaq y el S&P 500, podrían enfrentar sus peores meses del año. El índice Dow Jones podría cerrar con una disminución del 3%.
La inflación en Estados Unidos está bajo el microscopio. El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) se publicará este viernes, y será esencial para entender el rumbo de la política de tipos de interés de la Reserva Federal. Las proyecciones sugieren un aumento del 0,5% en comparación con el 0,2% del mes anterior. A nivel anual, la inflación podría saltar del 3,3% al 3,5%.
La Reserva Federal está monitoreando de cerca estos datos, y su decisión anterior de mantener los tipos de interés entre el 5,25% y el 5,50% podría cambiar en función de la evolución de la inflación.
El cierre gubernamental inminente es una preocupación dominante. La Cámara de Representantes planea votar una propuesta de financiamiento a corto plazo para evitar el cierre. Sin embargo, enfrenta oposición de miembros del partido republicano. El desacuerdo entre los republicanos y el presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, y los pactos previos con el presidente Joe Biden son fuentes de fricción. Mientras, el Senado busca prolongar el gasto hasta el 17 de noviembre con medidas adicionales, enfrentando resistencia de la Cámara de Representantes.
La posible huelga del sindicato United Auto Workers (UAW) es otro tema relevante. Si no se logran avances en las conversaciones con fabricantes de automóviles como General Motors, Ford y Stellantis, la huelga podría intensificarse. Esto podría tener repercusiones significativas en la producción y economía de estas empresas.
Por último, los precios del petróleo se encuentran en una dinámica de alza semanal, influenciados por una combinación de escasez de suministro en Estados Unidos y optimismo en torno a un incremento de la demanda china durante la Semana Dorada. El precio ha aumentado un 30% este trimestre, alcanzando su máximo en 2023. La próxima reunión de la OPEP+ será crucial, pues podría haber ajustes en la producción de petróleo, influenciando aún más los precios.
En resumen, el cierre de septiembre se presenta con varios desafíos para los mercados estadounidenses, desde preocupaciones sobre inflación y política monetaria, hasta tensiones presupuestarias en el gobierno y posibles huelgas en la industria automotriz. Todo esto, mientras el precio del petróleo sigue siendo una variable de peso en la ecuación económica global.
Fuente: investing