El mercado europeo está atento al reporte de empleo en EE.UU., además de las estimaciones sobre las implicancias de la reciente rebaja de calificación de Fitch al país norteamericano. Mike Cuzdil, administrador de carteras de PIMCO, comenta sobre los impactos de este ajuste.
Este cambio marca la segunda vez en 12 años que una de las tres principales agencias de calificación crediticia ha disminuido la calificación triple A de EE.UU., el mayor emisor de deuda soberana global. Aunque este ajuste de Fitch Ratings tiene simbolismo y efectos en los mercados, Cuzdil no predice una gran venta de bonos del Tesoro de EE.UU. o un cambio inmediato en la conducta inversora.
Cuzdil sostiene que la rebaja no revela nueva información crucial acerca de la estabilidad del gobierno de EE.UU. Los bonos del Tesoro de EE.UU. siguen siendo vistos como el activo libre de riesgo referencial y sirven como punto de referencia en los mercados financieros globales. No espera que esta rebaja altere la magnitud o ritmo del ciclo de subida de tipos de la Reserva Federal de EE.UU. en su lucha contra la inflación.
Según Cuzdil, aunque existen pronósticos generalizados de un debilitamiento de la economía estadounidense este año, la rebaja se produce en un momento notable, ya que datos recientes han generado incertidumbre sobre la probabilidad de una recesión en EE.UU. Datos actuales, que culminaron con un informe del PIB del segundo trimestre mejor de lo esperado, sugieren que la economía de EE.UU. es más resistente de lo previsto ante el aumento de las tasas de política de la Fed y la moderación de las presiones inflacionarias.
La rebaja de Fitch es un recordatorio adicional de que los riesgos relacionados con el gasto deficitario y la sostenibilidad de la deuda pueden surgir y causar preocupación. Esto crea la posibilidad de sorpresas y volatilidad en el mercado, especialmente debido a la menor capacidad de soporte fiscal y monetario, apunta Cuzdil.
En el largo plazo, esto podría resultar en un dólar más débil, mayores rendimientos de los bonos y curvas de rendimiento más empinadas. La crisis de la inversión impulsada por pasivos (LDI) del Reino Unido el año pasado fue un recordatorio similar de que las preocupaciones sobre la estabilidad fiscal pueden surgir rápidamente.
Cuzdil concluye que, aunque las opiniones y clasificaciones de las agencias calificadoras son importantes, en PIMCO llevan a cabo su propia investigación crediticia. Buscan construir carteras que reconozcan que los datos económicos de EE. UU. han mejorado, pero se enfocan en poseer activos resistentes ante los riesgos continuos y la incertidumbre macroeconómica.
Fuente: investing