Los mercados europeos, incluyendo el Ibex 35, CAC 40 y DAX, experimentan un tono optimista a mitad de la jornada del viernes. Sin embargo, están con la mirada puesta en el simposio de Jackson Hole y las intervenciones de Jerome Powell, líder de la Reserva Federal de EE.UU., y Christine Lagarde, jefa del Banco Central Europeo.
El inicio de septiembre estará fuertemente influenciado por las declaraciones que se hagan en este evento. Según Ben Laidler, estratega global de eToro, el comportamiento de los mercados en septiembre suele ser tímido. Esto se debe a varios factores: la melancolía del fin del verano, las acciones fiscales de los fondos de inversión y los gastos asociados con el regreso a clases.
Laidler indica que, pese a una caída del 5% en agosto, este patrón estacional sugiere ser precavidos. «Aunque esta consolidación fue esperada y la volatilidad actual parece baja, los mercados siguen sostenidos por la recuperación de ganancias y valoraciones confiables, con una inflación en descenso y tasas de interés al alza», aclara.
El especialista no descarta que el reconocido «efecto septiembre» pueda haberse manifestado anticipadamente en agosto, allanando el camino para un potencial repunte en el último trimestre del año.
Laidler comparte un análisis de 15 índices bursátiles principales a lo largo de medio siglo. En septiembre, la rentabilidad promedio fue de un -1,1%. Interesantemente, ninguno de estos mercados presentó cifras al alza durante ese mes. Los activos más pequeños y volátiles, como el FTSE MIB italiano, el DAX alemán y el FTSE 250 británico, fueron los más afectados.
El experto identifica varias razones para el «efecto septiembre»:
- El regreso a la normalidad post-vacaciones de verano, considerando que una gran proporción de activos se maneja en el hemisferio norte.
- Acciones fiscales por parte de los fondos de inversión estadounidenses antes de finalizar sus ejercicios fiscales en septiembre.
- Gastos significativos en educación al inicio del curso académico.
No obstante, Laidler recuerda que cada año tiene sus particularidades y las tendencias pasadas no siempre predicen el futuro. Si bien octubre ha presentado días de recuperación, también ha sido testigo de dos de los colapsos bursátiles más drásticos en EE.UU.: el Viernes Negro en 1929 y el Lunes Negro en 1987. El estratega sugiere que la debilidad de septiembre podría ofrecer oportunidades para invertir, esperando ganancias en el último trimestre del año.
Fuente: investing