Desde hace semanas se venía escuchando que los operadores del Banco de Japón estaban testeando el mercado de divisas para salir al rescate del yen, aunque fuese de forma temporal. Los rumores se han hecho realidad. El Banco de Japón ha tenido que intervenir en el mercado de divisas (comprando yenes y vendiendo divisas internacionales) para fortalecer el yen por primera vez desde finales de la década de 1990 el jueves, después de que la moneda japonesa cayera a mínimos de 24 años. El Banco de Japón se ha convertido en una rara avis dentro de la banca central mundial. Mientras que el BCE, la Fed o el Banco de Inglaterra se ‘pelean’ por subir tipos rápido y poner coto a la inflación, el Banco de Japón ha prometido mantener su política ultralaxa de tipos negativos durante años.
La intervención, que según los traders se llevó a cabo poco después de las 17 de la tarde hora local en Tokio (10 de la mañana en Madrid), provocó que el yen subiera de 145,83 a 142,39 yenes por dólar en el lapso de unos minutos. Analizando el cruce desde el otro lado, cada yen paso de valer 0,0063 dólares a rebasar la zona de los 0,0071 dólares.

Fuente: Bloomberg
«Hemos tomado medidas decisivas (en el mercado cambiario)», ha asegurado a los periodistas el viceministro de finanzas para asuntos internacionales, Masato Kanda, y respondió afirmativamente cuando se le preguntó si eso significaba una intervención.
Los analistas, sin embargo, dudan de si el movimiento detendrá la caída prolongada del yen por mucho tiempo. La moneda se ha depreciado casi un 20% este año, cayendo a mínimos de 24 años, en gran parte debido a que las agresivas subidas de tipos de interés en Estados Unidos que empujan al dólar al alza. Como se puede ver en el gráfico, tras la intervención que ha impulsado al yen, la divisa japonesa ha comenzado poco a poco a perder impulso.
El mercado sospechaba
«El mercado esperaba alguna intervención en algún momento, dadas las crecientes intervenciones verbales que hemos estado escuchando en las últimas semanas», asegura Stuart Cole, macroeconomista jefe de Equiti Capital en Londres, en declaraciones a Reuters.
El yen, que ha dejado de funcionar como activo refugio, cayó aún con más fuerza después de que Haruhiko Kuroda, el gobernador del Banco de Japón, anunciase este miércoles que el instituto monetario no cambiará su política monetaria pese a que la inflación ha superado el 2% y que el yen parece encontrarse en caída libre.
«No vamos a cambiar por ahora nuestra guía prospectiva y ‘por ahora’ no significa un par de meses, sino dos o tres años», explicó con contundencia Kuroda en su comparecencia al término este jueves de la reunión mensual sobre política monetaria del banco central japonés, que decidió mantener inalterada su estrategia de tipos ultrabajos.
La política del BoJ, que incluye tipos de interés de referencia negativos (-0,1%), contrasta con el endurecimiento por el que están apostando el resto de los bancos centrales más influyentes, como el de Estados Unidos o el europeo, y esta divergencia está llevando al yen a depreciarse a niveles de hace 24 años con respecto al dólar.
Pese a todo, el gobernador del banco central japonés se mostró preocupado por los movimientos «unilaterales» y «especulativos» recientes de la moneda japonesa, pero señaló que «la política monetaria no tiene el objetivo de controlar la divisa, sino la inflación».
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